Telarañas cuelgan de la razón
en un paisaje de ceniza absorta;
ha pasado el huracán de amor,
ya ningún pájaro queda.
Tampoco ninguna hoja,
todas van lejos, como gotas de agua
de un mar cuando se seca,
cuando no hay ya lágrimas bastantes,
porque alguien, cruel como un día de sol en primavera,
con su sola presencia ha dividido en dos un cuerpo.
Ahora hace falta recoger los trozos de prudencia,
aunque siempre nos falte alguno;
recoger la vida vacía
y caminar esperando que lentamente se llene,
si es posible, otra vez, como antes,
de sueños desconocidos y deseos invisibles.
Tú nada sabes de ello,
tú estás allá, cruel como el día;
el día, esa luz que abraza estrechamente un triste muro,
Un muro, ¿no comprendes?,
un muro frente al cuál estoy sólo.
Luis Cernuda
(Imagen: Renaud y Arminda, F. Boucher)
10 Comments:
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Un placer volver a visitarte, Cernuda es de esos poetas que me llegan al alma que hoy anda también un poco desnuda
besos
Un placer volver a visitarte, Cernuda es de esos poetas que me llegan al alma que hoy anda también un poco desnuda
besos
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eritia...lástima que no enganchamos en el mismo tiempo. Gracias por tus palabras de aliento y de bienvenida. Se necesita siempre gente como vos.
Un abrazo
Nickitio
Precioso poema y diría único que habla de la recomposición de una persona después del amor. Bello y de una ternura...
Me encantó.
Te abrazo y te dejo un beso esperando que estés bien.
Detrás de la desolación, hay un sueño que nunca se rinde.
Un beso.
Tengo tantos deseos invisibles...¿Será por eso que ya no veo nada?
Un gran saludo.
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Querida Eritia,
Al fin te escribo, llego a tu blog y me encuentro con este maravilloso poema.
Gracias por tus sentires, gracias desde el alma.
Besos porteños
Ele
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